Desde que comenzó el Estado de Alarma se han atendido más de 6530 llamadas en la sede de Granada.

La Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza instituyó “El día de la escucha” que se celebra cada año el día 27 de marzo.

En esa fecha se organizan, en todas las ciudades donde está presente, actividades y conferencias que pretenden concienciar a la población de la importancia que tiene para los seres humanos la experiencia de sentirse acogido, la experiencia de que quienes le rodean sepan descifrar esos mensajes que nacen del propio yo, encapsulados, unas veces, en palabras y, otras, en actitudes, en gestos o en silencios.

Este año debido a las restricciones e igual que el año pasado las actividades y conferencias han pasando a un segundo plano, siendo el trabajo diario que se realiza a diario en nuestra sede el motivo más importante para celebrar este día.

Y es que en el Teléfono de la Esperanza llegan todos los días numerosas llamadas de personas que quieren ser escuchadas y que nos cuentan todas las cosas que les preocupan en su vida en mayor o menor medida.

El simple hecho de recibir unas llamadas un 24 de diciembre de personas que están solas en la vida es más que suficiente motivo de seguir trabajando día tras día en el Teléfono de la Esperanza para aportar un granito de arena para mejorar nuestra situación actual haciendo lo que mejor sabemos hacer: ESCUCHAR.

No solamente atendemos llamadas a través de nuestro teléfono, sino que tenemos un amplio abanico de profesionales (Psicólog@s, orientadores familiares, etc) que de forma desinteresada hacen que la labor que hace nuestra Asociación sea necesaria en nuestra sociedad actual con el fin de hacer un poco mejor la vida de muchas personas que necesitan esta ayuda.

Además, después del parón que nos ha obligado la crisis actual retomamos varios cursos que habitualmente realizamos en nuestra sede, como el de Grupo de Ayuda mutua en duelo o el taller de separación afectiva.

Os invitamos hacer de este día un auténtico día de la escucha desde que nos levantemos, escuchando a nuestros hijos, pareja, compañeros de trabajo, el camarero del bar, esa persona que nos cruzamos en el ascensor, nuestros padres, la cajera del supermercado, el maestro de nuestros hijos…. en definitiva escuchar y empatizar con las personas que nos rodean. ¿Nos ayudas?